Las limpiezas e hidrataciones faciales, al igual que otros tratamientos para el rostro, tienen como objetivo principal mejorar la salud y el aspecto de nuestra piel, ayudándonos a sentir mayor seguridad y confianza. En un spa facial, es indispensable brindarle al paciente un ambiente cálido para hacerles sentir relajados y tranquilos. Para conseguir la mayor efectividad, nuestras profesionales realizan un completo análisis de la piel, para detectar cuáles son los mayores problemas que sufre y realizar el tratamiento con las mascarillas adecuadas para cada tipo de piel.

En un spa facial realizamos una limpieza completa del cutis para eliminar cualquier resto de maquillaje, impurezas y células muertas, seguido de una exposición a vapor que ayude a abrir los poros. La exfoliación es otra forma de eliminar las células muertas y dejar la piel más luminosa. Posteriormente, se puede o no (dependiendo del tipo de procedimiento que decidas hacerte) hacer extracción de comedones o puntos negros, para después pasar a hacer hidratación profunda, ya sea con mascarillas, velo de colageno, vitaminas inyectadas, etc. El spa facial finaliza retirando la mascarilla, cremas o velo empleado y se aplica una crema para hidratar la piel, para lo que se usa una crema facial adecuada a nuestras características personales.